Algunos oscenses, convencidos de que el avance de Huesca bien merece una reflexión, reclamamos firmemente el derecho a ser escuchados. No queremos decisiones improvisadas, impuestas, ilógicas o electoralistas. Tampoco pretendemos tener siempre la razón. Queremos diálogo, con la verdad por delante, con el interés general como único objetivo.